martes, 3 de mayo de 2022

Qué años más malos llevamos - 8 (Diario de un cabreo constante)

Y, claro, llegaba el buen tiempo (Junio del 2021) y salían los garrulos en manada a abrir sus bocazas.

Si no es tu cuerpo, no opines. Punto.
No tienes derecho ni yo tengo necesidad de escucharte.
Créeme, las gordas tenemos ojos. Y espejos. E incluso básculas. Y una adecuada combinación de todos ellos consigue que seamos conscientes de nuestro físico. Y ese físico igual no nos molesta, o nos gusta o nos parece aceptable... pero puede ser que no, puede ser que lo odiemos, y nos odiemos por ello y que tu opinión sea la puñetera gota que lleva el vaso al límite. Puede que esa maldita opinión tuya que no le importa a nadie, llegue a crearnos serios problemas físicos y psicológicos y que sea peor la cura que la enfermedad.
Tengo 58 años y estoy gorda y también estoy más que de vuelta de casi todo, pero a mis 17/20 años le hizo mucho más daño a mi salud la gordofobia de la gente que el poco sobrepeso que tenía entonces.
Tu opinión me enfermó, capullo. Sí, la tuya.
Recuerdo toda una juventud de "Qué pena , es guapa pero está gorda" "¿Te vas a poner eso? es para gente delgada..." y así un día y otro, amigos y enemigos, familiares y -alucina- perfectos desconocidos . Y yo que en aquellas épocas pesaba sobre 65 / 67 kilos con 1,69 de altura , me veía como un globo sonda, como la ballena que se tragó a Jonás, como una foca despreciable de la que era totalmente normal que se riesen mis amigos. Porque se reían. Unos se reían como si fuese una gracia inocente (seguro que tú que me lees eras uno de ellos) y otros, muy bienintencionados, me decían "pero mujer, haz algo, no puedes ir por la vida con esas pintas"
Y así hice TODAS las dietas del mundo hasta -literalmente- dejar de comer y desmayarme en plena calle. Me mediqué con todo lo que me recomendaron (incluso todo a la vez) me sometí a todas las torturas del mundo, al dolor de la mesoterapia, a los terribles morados y el no poder andar de la liposucción. Lo hice todo. TODO. Llegué a pesar 62 kilos. Ni uno menos, nunca.
Pero no fue suficiente, seguí siendo a la que describían como "sí, mujer, la gorda" y lo hacían como si fuese por gusto, como si esos kilos fuesen fruto de no cuidarse (yo, que no salgo a la calle sin mi labial, ni a bajar la basura...), como si yo misma me importase una mierda.
Afortunadamente no es así: yo me importo y mucho. Y eso y la compañía de mi chico, frenaron lo que estaba a punto de convertirse en un desastre muy grave. Porque ya no tenía ni hambre, ya no me acordaba de comer, ya no me importaba el dolor, ya no funcionaba bien mi sistema digestivo. Ese momento SÍ fue un problema de salud.
Tengo 58 años, estoy gorda pero me veo divina. La opinión de la gente -sea quien sea- me preocupa tanto como el índice de crecimiento de la musaraña septentrional en la época de los monzones y soy feliz con mi cuerpo.
Ah, y el guapo que me diga: "sí, pero la salud, le cuestas dinero al sistema, comes mal, bla, bla, bla"...
Apunta nene: no como grasas, apenas como carne, NO tengo niveles anormales de azúcar, ni de colesterol, ni de triglicéridos...en resumen, que seguramente mis analíticas sean mucho mejores que las tuyas.
Y, créeme, le costaba mucho más dinero a la Sanidad pública cuando tenía que venir una ambulancia a casa y llevarme al hospital con el cuerpo doblado de dolor porque mi aparato digestivo había dicho "al carallo, ya no me muevo más" .
Además, no me vengas con excusas, a ti el gasto sanitario te la pela. A ti lo que te molesta es que no esté buena para poder hacer el troglodita "unga, unga, teta" en la playa. Precísamente tú que hace años que dejaste de ser monísimo y ahora eres un señor tan normal como todos: calvo, barrigón y tonto. Bueno, tonto llevas siéndolo cincuenta años, no quiero quitarte ese mérito exclusivo tuyo.
A ti mi salud no te importa, ni la tuya. Tú no eres más que un cuñado gordófobo que si no opina de lo que no le incumbe, se muere.
Pues cállate, no opines, no me importa lo que pienses, no necesito saberlo, no me ayudas ni te ayudas, no estás capacitado y no tienes derecho porque NO es tu cuerpo, es el mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opina, me encantará leerte...