martes, 25 de julio de 2023

Tres cervezas

Luego decís que me lo tomo todo a coña, pero es que el mundo me pone a huevo algunas situaciones que sería pecado mortal reservármelas.

Esta mañana, serían las once y algo, estaba yo de pie en la acera esperando a que algún conductor se diese cuenta de que esas rayas blancas pintadas en el suelo son para priorizar el cruce a los peatones.

En un momento dado, oigo unas voces directamente detrás de mí; casi, casi en mi hombro izquierdo. Eran dos voces de mujer; por el timbre, seguramente no demasiado jóvenes.

-Mujer, no te enfades que no es para tanto, me he despistado con la hora, pero llegamos igual.

-Despistado no, eso es de las tres cervezas que te llevas ya bebidas hoy.

-Hija, y qué quieres, con la calor que hace... ¿Qué iba a tomar? ¿Un café con leche?

Ahí ya me puede la curiosidad y me giro a mirar olvidando si los coches se detienen o no.

Las dos señoras: metro y medio cada una, regordetas, recién salidas de la pelu y divinas de la muerte, vestidos coloridos y veraniegos que ya ha dicho una que hacía mucho calor. ¿Edad? Pues así a ojo, entre 85 y 90,  más lo segundo que lo primero.

Y ahora entiendo muchas cosas: yo, estresada, de mal humor mañanero, con los pelos como la Bruja Avería, vestida de oscuro y, ni de lejos tan divinísima como ellas. ¡Mañana desayuno cerveza!


No, no eran ellas pero podrían haberlo sido perfectamente.