martes, julio 16

Radiografía III (y última)

 

  • Creo en muy poquitas cosas y ninguna de ellas tiene o necesita un altar.
  • Hablo los suficientes idiomas como para que a unos les parezcan pocos y otros me pongan verde por utilizar alguno de ellos.
  • Mi cociente de inteligencia es tan insignificante como el tuyo, tan inútil, tan vacío e igualmente absurdo.
  • Habitualmente me siento más Principito que princesa y eso me gusta, me enorgullece.
  • Creo en la diferencia, en la diversidad, en la pluralidad pero me rijo por una normal muy humana  y primitiva: cuando me pinchan, sangro. Igual que tú. Eso nos une y es fundamental que lo entendamos ambos.
  • Estoy de vuelta de algunas cosas, pero tan, tan pocas que mejor sigo caminando y vuelvo a pasar por ellas antes que quedarme quieta contándolas y sin avanzar, prendida en sus luces.
  • Como dijo aquél (o creo que alguien lo dijo, y si no, lo patentaré con mi nombre) sé muy, muy poco sobre algunas cosas y nada, absolutamente nada sobre todo el resto.
  • De pequeña quería ser algo importantísimo, algo llamativo. No se me ocurrió nada mejor que querer ser Ministro. Durante años, estuve contestando eso, sin saber exactamente qué hacían esos señores que salían en la tele y de los que hablaban todo el tiempo.
  • Me consta que soy mi mejor amiga, mi firme aliada, mi fuente de fuerza y confianza, pero por los mismos motivos soy también mi peor enemigo y mi crítico más duro y feroz. A veces (muchas) mi freno.
  • Nunca he creído ni seguido a las águilas de acero, pero tampoco me cuento en el grupo de corderitos de Norit.
  • Leo incansablemente desde que era una renacuaja. Pasé sin darme cuenta de los “troquelados” a las novelas y sé que todos los libros que he leído a lo largo de mi vida han influido poderosamente en mí y no sólo porque he leído sino por QUÉ he leído.
  • Por suerte o por desgracia NO necesito ver los documentales de la 2 para ver cómo está el mundo. Una mirada alrededor con la mente tan o más abierta que los ojos, cambia muchas perspectivas personales.
  • Y para acabar, no he descubierto hasta ahora que me apetecía radiografiarme en público. Eso significa que todavía hay muchas cosas de mí que desconozco, lo cual es estimulante a estas alturas y me hace pensar en todo lo que desconozco aún del resto del mundo (lo cual es aún MÁS estimulante)

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