-Pero, vamos a ver tío ¿Qué necesidad tienes de hablar así, en un idioma que sólo entendéis cuatro gatos?
-Ya, pero es que esos cuatro gatos vivimos en la misma
tierra. Además, es la primera lengua que oímos en casa, a nuestra madre, a
nuestros abuelos, a los vecinos… Es que
os pensáis que lo hablamos para tocaros las narices.
-Sí, la verdad y porque sois un poco paletos. Si sales de
ahí, no te va a valer para nada. ¿Te van a entender en Madrid, o en Londres…en
París? No, ¿verdad?
-No, claro que no, y a un señor que venga de Brasil
seguramente tampoco, pero para eso está lo de estudiar idiomas: yo hablo otras
lenguas y cuando me sea preciso, las usaré.
-Joder, tío, pero es que es ridículo. A ver, ¿en cuantos
países es oficial tu idioma?
-En uno.
-Lo dicho: ridículo. El español lo hablan seiscientos
millones de personas y es oficial en docenas de países. O el inglés, mil y pico
de millones y oficial también en medio mundo empezando por Estados Unidos.
-No me líes que Estados Unidos NO tiene idioma oficial. Lo
consideran discriminatorio. Cada estado
regula ese tema y sólo la mitad lo ha hecho. Por otra parte, en Hawaï el inglés
y el hawaiano son cooficiales, o en Dakota, que lo son el inglés y la lengua
nativa de los Sioux. Y además ¿qué más
da cuantos habitantes hablen un idioma?
¿Eso lo hace menos respetable?
-No, eso lo hace un idioma de juguete, o un dialecto, que
es lo que es. Y no te salgas del argumento
¿Cuántos sois? ¡Si ni en vuestra
propia tierra lo habla todo el mundo! Hay zonas enteras en que no lo habla
nadie.
-Pues unos cuantos más de los que te imaginas. Varios millones.
Y lo de esas zonas tiene su explicación en los movimientos migratorios, es
lógico y habitual.
-Anda, vete a la mierda. Millones, dice.
-Pues sí, millones.
Es que os pensáis que sois el centro del universo, pero en Europa se
hablan 84 lenguas. Y de esas, 24 son oficiales.
-Y el resto, de paletos, jajaja. Anda, tío, no tengo ganas de discutir más,
pero ya te digo que procures tener un buen nivel de esos otros idiomas, porque cuando
salgas de ahí NO te va a entender ni Dios. Tu “lengua” no vale para nada fuera.
Para nada.
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Bien, a todos os/nos puede parecer que esta conversación habla del catalán, ¿verdad? Claro, es que está llena de argumentos “cuñados”
a tope: “si es que sois cuatro gatos” “fuera de Catalunya no os entiende nadie”
“sólo es oficial en un país pequeño”
Pues no. Este diálogo podría referirse a varios países:
Bielorrusia (Belarús) con 9 millones de hablantes de
bielorruso, oficial en un solo país.
Bulgaria, 10 millones de hablantes del Búlgaro, también
oficial solo en un país.
Danés, solo 5 millones de personas hablan ese idioma.
Dinamarca es el único país donde es oficial.
Eslovaco, con otros 5 millones de personas…
Esloveno, menos aún, oficial sólo en Eslovenia y con 2,2
millones de hablantes.
Finés, 5 millones de personas. Oficial sólo en Finlandia
aunque se hable en zonas de Suecia y Noruega.
Gaélico irlandés. Oficial sólo en Irlanda y con apenas
350000 personas que lo utilizan.
El Letón y el Lituano, oficiales sólo en su país y con
2,5 millones y 4 millones de hablantes respectivamente.
Noruego, 5 millones de personas lo hablan en Noruega.
Y así podría seguir durante un buen rato y eso que SOLO
he hablado de idiomas oficiales de países, he omitido aposta todos los
cooficiales que son legión.
¿A que viene todo este rollo? Pues que me encantaría que
ahora cualquiera de vosotros volviese a leer la conversación, pero en vez de
pensar que se trata de un español y un catalán, vamos a leerla sabiendo que el
primer personaje se llama August Larsson y es un señor sueco y el segundo se
llama Erkki Lönghrot y es un señor finlandés.
O que el primero es un señor ruso y el segundo, un bielorruso intentando
que el pez grande no se coma al pequeño.
En cualquiera de los casos, se da la circunstancia de que
a todos ellos se les puede aplicar el argumento más cuñadísimo de todos, ese de
“fuera de ahí tu idioma no sirve para nada”. No, el danés no sirve para nada,
ni el finés, ni el bielorruso, ni el eslovaco, ni el corso, ni el catalán, ni
el bretón, el gallego, el siciliano, el euskera, el sorabo, el sardo, el sami,
el romaní, ni ninguna de las otras sesenta lenguas minoritarias y/o minorizadas
sirve para absolutamente nada que no sea comunicarse con la gente de su
entorno, con sus amigos, con su familia. Para vivir y aprender su cultura, sus
costumbres, sus tradiciones, para leer, para escribir, para soñar, para crear…lo
dicho, para nada.
Y a los que nos llamáis paletos, que os den mucho por ciento.