viernes, 8 de abril de 2016

Futura y María

Y, de nuevo, va de cine.
En 1926 Fritz Lang (Dr. Mabuse, Los Nibelungos, El Vampiro de Düsseldorf) se lanzó a la ruinosa aventura de rodar la película más cara de su época: cinco millones de marcos alemanes que acabaron con los medios económicos de los estudios ya que fue un fracaso de taquilla.
Setecientos actores, más de cuarenta mil extras, más de dos años de rodajes y unos efectos especiales increíbles para los tiempos del cine mudo,  conformaron lo que sería un film que marcó las pautas para toda la cinematografía de ciencia ficción que vino después: Metrópolis.
Medio olvidada en su momento, posteriormente convertida en película de culto y afortunadamente recuperada en 1984 con banda sonora nueva, en la que participaron -entre otros- Bonnie Tyler y Queen,  Metrópolis ha influido poderosamente en el género, inspirando  el alma, la esencia  y el ambiente de algunas de las "grandes": Blade Runner, Matrix, El Quinto Elemento…
El guión, trabajado a medias entre el propio Fritz Lang y su esposa, Thea Von Harbou que más tarde lo convertiría en novela, nos muestra un año 2026 en el que la mitad de la humanidad vive feliz, sin problemas, dedicada al ocio y a su propio hedonismo. Son los pensadores. En la superficie donde viven, todo es armonía, limpieza, la tecnología suple todas las carencias y no existen las necesidades económicas.
Por contra, y para que esa primera mitad viva así, la otra parte de la humanidad vive enterrada en el subsuelo, en estado de esclavitud, obligados a trabajar jornadas inhumanas al servicio de la primera clase y de las máquinas que acompañan y dirigen sus vidas (¿a que ya va pareciendo menos ciencia ficción?)
La historia sigue con el joven Freder, habitante del primer mundo que siguiendo a Maria, del segundo, baja a esa zona desconocida, una especie de infierno donde la humanidad vive explotada, escondida y sometida a torturas. Enamorado de María, empieza a simpatizar con las reivindicaciones de los obreros y a concienciarse de las condiciones infrahumanas en que viven. 
No voy a contar el resto, porque merece ser vista, sólo añadiré que aparte de las diferencias entre las clases sociales, encontraremos también en el fim la dualidad entre el bien y el mal, éste representado por Rottwang, ser mezquino y sin escrúpulos que viendo en María a una especie de profeta o líder que puede soliviantar a los obreros y desestabilizar el mundo que han creado en la superficie, pone en marcha un plan para acabar con las posibles rebeliones obreras, creando un androide a imagen y semejanza de María que será suplantada así por Futura que,en teoría, trabajará a las órdenes del mal y dirigirá a los obreros según se le indique.
Y aquí es dónde me quedo, con María y Futura, dos seres idénticos, una humana y un androide clonado de la primera.
Por un lado  María, la mujer que sabe de injusticias, que promulga el amor y la no violencia para terminar con ellas, que lucha y profetiza los cambios que llevarán a una vida mejor y  la llegada de un Elegido que propiciará esos cambios;  por otro  lado está Futura, la no-humana, creada para contrarrestar los efectos de la pimera pero que siguiendo una de esas leyes no escritas en la ciencia ficción, acabará  -por causas desconocidas- rebelándose contra su creador y actuando según su libre albedrío, dotándose de capacidades humanas de decisión y pensamiento. Ello la lleva a aprovecharse de las ideas de María, promover el levantamiento obrero y conseguir una situación límite, de tintes apocalípticos en la que casi se destruye la raza humana, lo que parece ser su intención como tercera fuerza en discordia: la tan temida rebelión de las máquinas.
María, venerada como una santa y  Futura, el Falso Profeta. La fascinación entre la dualidad hombre-máquina, la advertencia de que si el hombre da vida jugando a ser Dios, esa vida tomará conciencia de su propia existencia y la pregunta, llegado ese caso es: ¿qué diferenciará al humano del inhumano? ¿qué marcará el límite entre dejar de ser un perfecto androide para convertirse en un imperfecto humano?
Y cuando eso ocurra (y con un guiño y mi admiración por Philip K.Dick)  ¿Soñarán los androides con ovejas eléctricas?


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