domingo, 27 de marzo de 2016

Johnny Guitar

Hace tiempo, alguien a quien quiero mucho (quizá por cosas como ésta) me hizo ver uno de los más bellos diálogos de la historia del cine. Yo había visto ya la película hacía muchos años, pero no había reparado en ello, quizá obcecada por la idea de que estaba viendo un western. Insistió y la vi de nuevo, ¿y saben? Descubrí otró film distinto en Johnny Guitar.
Lo primero que percibí fue que podría haber sido cualquier otro género, su esencia no estaba en el western sino en su personajes, en la historia narrada, en la poesía que esconde, en la fuerza de sus pasiones: el odio de Emma y el amor  de Johnny y Vienna, antiguos amantes que, al encontrarse ahora al cabo de los años, intentan esconder los rescoldos de su relación bajo la arena del resentimiento. Huyendo de escenas melodramáticas, sabemos con qué fuerza han intentado olvidarse, con qué pasión han intentado sustituirse  y de qué modo siguen aún amándose. Mientras Johnny bebe con amargura  y pregunta (suplica), Vienna responde simulando indiferencia  en este diálogo que sobrevivirá a la película que lo contiene:
 
Johnny: ¿A cuántos hombres has olvidado?
Vienna: A tantos como mujeres tú recuerdas.
Johnny: ¡No te vayas!
Vienna: No me he movido.
Johnny: Dime algo agradable.
Vienna: Claro. ¿Qué quieres que te diga?
Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años. Dímelo.
Vienna: Te he esperado todos estos años.
Johnny: Dime que habrías muerto si yo no hubiese vuelto.
Vienna: Habría muerto si tú no hubieses vuelto.
Johnny: Dime que aún me quieres como yo te quiero.
Vienna: Aún te quiero como tú me quieres.
Johnny: Gracias (bebe amargamente). Muchas gracias.
 

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